Si usas patrones habitualmente para coser tu ropa, probablemente ya te hayas dado cuenta de que tus medidas no siempre encajan en una única talla. Esto es completamente normal: cada cuerpo es único, y los patrones comerciales están diseñados para ajustarse a un rango general. ¡Pero no te preocupes! Con unos pequeños conocimientos y un poco de práctica, puedes adaptar cualquier patrón a tus medidas y conseguir el ajuste perfecto.
Toma tus medidas con precisión
El primer paso es conocerte. Tómate tu tiempo para medir correctamente tu busto, cintura, cadera y cualquier otra medida que sea importante para la prenda que vas a confeccionar. Tener medidas precisas te dará la base para trabajar con confianza.



Identifica las tallas que mejor se adaptan a ti
Una vez tengas tus medidas, consulta la tabla de tallas del patrón. Marca qué talla se ajusta mejor a cada parte de tu cuerpo. Un truco muy útil es resaltar las tallas con colores diferentes: esto te ayudará a visualizar cómo adaptar el patrón.

Prioriza las áreas clave de la prenda
No todas las partes del patrón tienen la misma importancia. Por ejemplo: si vas a coser un vestido que es ajustado en el busto pero tiene vuelo en la cintura y cadera, prioriza que la talla elegida se ajuste al busto, ya que las áreas con más amplitud serán más fáciles de ajustar. En cambio, para unos pantalones con cintura elástica lo más importante es que el patrón se ajuste bien a tu cadera, ya que la cintura elástica se puede ajustar fácilmente.
Piensa en cómo se comportará la prenda en tu cuerpo y decide en función de eso qué zonas son esenciales.
Es probable que descubras que necesitas diferentes tallas en diferentes partes del patrón. Por ejemplo, una talla para el busto, otra para la cintura y una tercera para la cadera. ¡Y eso está bien! Es parte del proceso de personalización.
Identifica los puntos clave de referencia
En la mayoría de los patrones, los puntos de referencia (que corresponden a las medidas indicadas en la tabla de medidas) son el busto, la cintura y la cadera. Suelen estar marcados con piquetes o líneas guía. Si no lo están, puedes identificarlos así:
- El busto corresponde a la parte más ancha de la pieza superior.
- La cintura es el punto más estrecho.
- La cadera suele ser el punto más ancho de la parte inferior.

Combina tallas para un ajuste personalizado
Una vez identificados los puntos, conecta las tallas. Identifica qué tallas te interesan para cada uno de los puntos de referencia. En los patrones las tallas suelen estar identificadas con colores o estilos de línea diferentes. Ahora, dibuja una línea entre una talla y otra siguiendo la forma original del patrón. Recuerda dibujar líneas suavizadas para evitar resultados extraños. Para las líneas curvas puedes utilizar una regla de patronaje para un mejor resultado. Estos ajustes debes hacerlos tanto en el delantero como en el trasero.



Ajusta las piezas intermedias: Si el patrón tiene cinturillas, vistas o bolsillos, asegúrate de ajustarlos para que coincidan con las piezas principales. Por ejemplo, la cinturilla debe corresponder a la talla de cintura elegida.
Por último, comprueba que todo encaje: Antes de cortar, verifica que las costuras del delantero y trasero coincidan. Recorre con cuidado las costuras del patrón para asegurarte de que no hay discrepancias. Corrige cualquier error que pueda haber surgido.
¡Ya tienes tu nuevo patrón!
Antes de cortar la tela definitiva, cose un toile (prueba en tela económica). Este paso es clave para probar el ajuste y hacer pequeños ajustes si es necesario. ¡No te saltes este paso! Es una inversión de tiempo que evitará errores en tu prenda final.
Recuerda: conseguir un ajuste perfecto es un aprendizaje continuo. Cuanto más practiques, más confianza ganarás. Lo más importante es que disfrutes del proceso y recuerdes que la ropa debe ajustarse a ti, no tú a la ropa. La maravilla de saber coser está en construir un armario que se adapte a tu cuerpo y refleje tu estilo único.
